DESARROLLO PERSONAL Y EMOCIONAL EN EL TRABAJO

Las emociones afectan a nuestro desarrollo personal.

Si, lo tenemos claro, las emociones afectan al desarrollo personal y al comportamiento de las personas en el trabajo. Los sentimientos, y el carácter en general tienen un impacto significativo en el desarrollo personal y rendimiento laboral, en las habilidades para tomar decisiones, en el espíritu de equipo y, por supuesto, en el liderazgo y productividad.

Lo que las personas sentimos y cómo expresamos nuestras emociones afecta directamente en nuestro desarrollo personal, en nuestra capacidad y desarrollo creativo y, por supuesto, en las relaciones interpersonales.

Por ello, a nivel organizacional, se considera importante que las personas intentemos mantener las emociones fuera del trabajo, ya sabes, eso de que cuando entras por la puerta de la oficina, dejas tu “mochila” cargada de tu vida personal, para hacer lo propio con la mochila laboral al entrar en casa…¡¡fácil, ehh!!

¿Qué pasaría si pidiéramos a las personas que chequearan sus emociones antes de traspasar la entrada al trabajo?

El problema es que esto no es realmente posible ni útil para la productividad de cualquier Organización, ni para nuestro desarrollo personal. Los seres humanos somos emocionales y, queramos o no, comunicamos nuestras emociones constantemente. 

La emoción aparece en nuestro lenguaje corporal, en la elección de palabras, en el tono de voz y en nuestras acciones. Es parte de quiénes somos ¿Sería posible hacerlo? Son muchos los expertos, y diversos los estudios realizados a lo largo de los años, que confirman que la respuesta es “NO”. 

Imagínate un arco de seguridad de un aeropuerto, el momento en el que dejas todas aquellas pertenencias que han de ser revisadas en la cinta de seguridad, pasas por el arco y… ¿Qué hacer después?¡¡Pues volverte a poner todo!! Pues eso es lo que hacemos cuando entramos en casa, o en la oficina, y si eres de esas personas que tiene la capacidad de mantener la vida laboral y personal en compartimentos estancos, por favor…¡¡ponte en contacto con nosotrxs!!

Nuestros estados anímicos, en nuestro desarrollo personal, afectan a nuestra productividad.

Aun sabiendo esto… ¿Qué hacemos con las emociones desde las Organizaciones? Pues, igual suena tajante la respuesta, pero lamentablemente, nos atrevemos a afirmar que…¡¡NO SE HACE NADA!! Bueno, lo suavizamos, casi nada…(hay que reconocer que el paradigma empresarial algo está cambiando, pero…¡¡había que darle énfasis al tema!!)

En la era de hacer más por menos, hacer más, con menos personal, en la era del cambio constante, y del “a saber que pasará mañana”, es el momento de cambiar de, no sabemos si llamarlo cultura, o quizá mentalidad. En lugar de tratar de eliminar las emociones, las Organizaciones han de esforzarse por comprenderlas, aprovecharlas e integrarlas en el entorno laboral, para así, aumentar la productividad, y por qué no, la felicidad también, de las personas.

No somos figuras de cera, somos personas que experimentamos diversos estados de ánimo, y estos estados son imposibles de mantener 24h al día, 7 días a la semana (a no ser que, efectivamente tú, seas una figura de cera).

Además, ya nos ha quedado claro que dichos estados anímicos, en nuestro desarrollo personal, afectan a nuestra productividad, hay días en los que sentimos que podemos comernos el mundo de un solo bocado, y otros, en los que una mala noche de tu hija, una discusión con tu pareja, o una caravana interminable de camino al trabajo, provocan que las ganas y motivación por trabajar se desvanezcan por completo.

Y, es en este punto, donde las empresas tienen que centrar sus esfuerzos, en entender las experiencias y factores individuales que influyen día a día en la vida laboral de las personas y en su desarrollo personal.

Las 8 emociones principales en las que queremos centrarnos en nuestro desarrollo personal.

Son 8 las emociones principales marcadas por el ámbito de la Psicología: ira, miedo, asco, sorpresa, tristeza, confianza, anticipación y alegría. Mas allá de clasificaciones, queremos centrarnos en cómo nuestro desarrollo personal afecta en el ámbito laboral.

No queremos hablar de emociones positivas y negativas, y no queremos hacerlo, porque durante los más de 8 años acompañando a multitud y diversas Organizaciones, hemos podido comprobar que todas ellas tienen un impacto. Pero a pesar de ello, somos conscientes de que clasificarlas en ambos extremos facilita mucho su comprensión.

La experiencia nos ha enseñado que: la confianza, el logro, la felicidad, el sentido de pertenencia, son emociones en la que hay que poner el foco para desarrollarlas, para que formen parte de nuestro desarrollo personal y nuestra actividad laboral. Mientras que, emociones tales como: la ira, el miedo, la envidia, la culpa, la impotencia… son emociones a las que no hay que dar la espalda, sino que hay que conocerlas para saber identificarlas, y trabajar por y para su gestión y, en último término, su eliminación.

¿Cómo hacemos para poner las emociones al servicio de la Organización? En Coach and Play lo tenemos claro…¡¡JUGANDO!! El juego es la herramienta que mejor facilita la comprensión del desarrollo personal y emocional de las personas, de los equipos, y comprendiendo dicho estado emocional ya podemos hablar de cohesión de equipos, de liderazgo, de talento…¡¡de lo que quieras!!

Y tú…¿Te atreves a jugar?

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